Mujer iroqués

miércoles, 5 de octubre de 2011

ALGUNAS RECOMENDACIONES Terry Pratchett (I)

El humor y la fantasía no siempre cuadran bien. Dada la proliferación de obras clónicas, resulta difícil de distinguir entre la sátira sutil y el plagio mal ejecutado. Es decir ¿nos resulta gracioso el 14374º libro basado en El S. de los A porque el autor ha caricaturizado la obra de Tolkien, o simplemente le ha salido tan mal que da risa de puro cutre?

En el caso de Terry Pratchett, la duda no existe. El autor más robado de las librerías británicas no nos hace reír porque cuente las cosas con gracia, sino porque sacude nuestras conciencias al mostrarnos que lo que es ridículo es el mundo en que vivimos.

Mi primer contacto con Pratchett, y el de la mayoría de la gente, fue a través de la saga del MundoDisco, un inmenso disco plano sostenido por cuatro elefantes que viajan a lomos de Gran A'tuin, la tortuga planetaria que recorre el universo. Un mundo tan improbable sólo puede sostenerse mediante la magia, y el primer protagonista de Pratchett es, como no podía ser de otro modo, un mago. Bueno, casi.

Rincewind el Echicero (mientras estudiaba en la Universidad Invisible no aprobó ortografía... ni nada) sólo sabe hacer bien una cosa: huir. Y eso es lo que hace durante los dos primeros libros de la saga, El Color de la Magia y La Fantástica Luz, mientras es arrastrado por todo el Disco por DosFLores, el turista. En este primer arco argumental, Pratchett nos presentq además a otros personajes centrales: el Equipaje, Cohen el Bárbaro, LA MUERTE, el Patricio Vetinari y el Bibliotecario.

RItos Iguales nos trajo un nuevo protagonista, Yaya Ceravieja, la bruja más poderosa del Disco, tanto que no se atreve a ser malvada por miedo a sus propios actos, y nos dio una nueva mirada sobre la ciudad de AnkhMorpork, y su Universidad Invisible.

En Mort descubrimos que LA MUERTE no se limitaba a cosechar. También se interesaba por la cosecha, hasta el punto de adoptar una niña y contratar un aprendiz. De pronto la Oscura tenía un lado...humano.

Siguieron otras novelas que introducían nuevas caras y situaciones, entre ellas el trío de brujas de Lancre, la ya mencionada Yaya, Ghitta Ogg (anciana borrachina y juerguista que ha enterrado a cuatro maridos, pero no pierde la esperanza) y Magrat AjosTiernos (una dulce hippy, convencida de la importancia de los ciclos lunares, las flores y la buena voluntad). La novela que reunió tan sorprendente aquelarre fue Brujerías, una fascinante revisión de las obras shakespeaianas, tan repleta de detalles que, por sí sola, nos abre una nueva ventana al Disco.

Pero el fresco del Mundodisco no empezó a cobrar su forma definitiva  hasta la octava entrega, para mí, la mejor de todas. ¡Guardias! ¿Guardias? Allí conocimos al joven Zanahoria, en teoría un enano (salvo por el pequeño detalle de que mide un metro noventa), al sargento Colon y el cabo Nobby, expertos en localizar el crimen (siempre huyen en dirección contraria a los gritos de socorro) y al capitán Vimes, el último hombre honrado del Disco. Conocimos el juego político de Ankh, la maestría política de Lord Vetinari, las ventajas del sistema gremial, lo innecesario de los reyes, la importancia de los Libros, los Bibliotecarios y las Bibliotecas, y lo difícil que es alcanzar una probabilidad de triunfo de uno contra un millón.

Con Eric, Pratchett recuperó a RIncewind, desaparecido en singular combate con las entidades de las dimensiones mazmorra mientras esgrimía un ladrillo envuelto en un calcetín. Y con Imágenes en Acción, el escenario quedó completo al presentarnos, por fin, al Claustro universitario en pleno. Con el Archicanciller Ridcully, un hombre de acción, muy satisfecho de contar con el Bibliotecario, único miembro del claustro que está en forma *, y asistido por el Tesorero, un hombrecito delgado que cree sufrir de anorexia, ya que cuando se mira al espejo ve a un mago enorme **, y el Decano, siempre listo para aportar unas gotas de falta de sentido común  al guiso universitario. Con el tiempo se les unirán Ponder Stibbons, joven y prometedor hechicero, al cargo de la cátedra de Magia de Alta Energía y desarrollador del primer ordenador binario del Disco, HEX (es una granja de hormigas, y en cada espacio, puede haber una hormiga, o no haberla, luego sí, es binario) y el propio Rincewind, como profesor de Cruel y Desusada Geografía (ha huido por la mayor parte de ella, la conoce muy bien)

A partir de este momento, la creatividad de Pratchett, estalla, poniendo en práctica todas las combinaciones posibles. Así, descubrimos que Ridcully fue el primer y único amor de la poderosa Yaya, que la muerte no sólo tuvo una hija, sino también una nieta, y ésta sabe cuidar muy bien de sí misma, que los dioses pueden necesitar a sus fieles mucho más de lo que les gusta aceptar, y que el concepto "hombre" está sobrevalorado, al menos en la Guardia.

Lo importante, empero, no es que Pratchett nos ofrezca un universo coherente y colorido, o que nos arranque carcajadas a patadas. Lo especial de este autor es que, además, nos hace pensar. Como en Dioses Menores, donde, sin más que uno o dos comentarios, nos dice mucho más sobre el origen y desarrollo de las religiones que la mayor parte de los teólogos conocidos***, o las diversas novelas protagonizadas por la Guardia, en las que muestra que una ciudad es mucho más que un conjunto de viviendas, es una forma de sentir y vivir.

* En forma de pera, pero dado que es un orangután, es la forma más adecuada
**Se trata del Archicanciller, detrás de él, gritándo ¡¡¡¡¡¡¡TESOREEEEEEROOOOOOOOO!!!!!!.
***Porque es muy diferente una religión de pastores de ovejas, que una de pastores de cabras.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

(SanwichdeMangosta en modo el p* ha traspapelado mi cuenta)

Es curioso lo del número cuatro respecto a la viudez, yo tenía un relato sobre una tía viuda cuatro veces de hace mil años y no sabía nada de esto. Por cierto que era de humor el relato, y patético, pero me tronchaba cada vez que lo leía.
Apunto la recomendación, me gusta la gente con imaginación.
Y te hago una, revisa la edición del post, se te han escapado varias erratas de tecleo con las prisas y es una pena, porque es un escrito precioso.

José Antonio Peñas dijo...

Pues tienes razón, se me habían escapado unas cuantas. Es lo malo de escribir de noche. Gracias por el aviso.

Anónimo dijo...

Soy Trancos, de EGC. También yo soy un gran seguidor de Pratchett, y también "¡Guardias! ¿Guardias?" es mi favorita.

Una pregunta, ¿no crees que en cierta medida Pratchett es continuador de la obra de Douglas Adams, autor de "Guía del Autoestopista Galáctico"?

José Antonio Peñas dijo...

Hola, Trancos. Verte aquí es una sorpresa muy agradable. En cuanto a Adams, no adelantemos acontecimientos, que aún falta una parte.

Anónimo dijo...

Trancos de nuevo. No te sorprendas tanto, porque sigo asiduamente este blog.